Un río de oportunidades para El Pando y Margento

Un río de oportunidades para El Pando y Margento
Jul2019

Voces Rurales es un proyecto de la Corporación Río Abajo en alianza con Fundación Panamericana para el Desarrollo (FUPAD) con el que sesenta jóvenes de Margento y El Pando buscan reconocerse como sujetos de derechos e identificar sus historias a través del cine, el grafiti y la fotografía.
Desde junio hasta septiembre, en El Pando, allá donde se conserva la bonita tradición de tejer el sombrero vueltiao, donde hay que empujar los carros que se quedan atascados porque en el lodo las vías no se encuentran en óptimas condiciones, donde hay que subirse a los filos para rastrear la señal telefónica, y donde todavía existe el orgullo de denominarse Indígenas, llega un proyecto con ansias de aprender de los pobladores y de instalar capacidades que contribuyan con la construcción de historias que ratifiquen su identidad.
Un triste paisaje de bastos terrenos explorados por la minería, un colegio con la marca del agua en sus paredes, con barro a donde llegue la mirada, contando que la Institución y los habitantes han sufrido algunos inconvenientes con las lluvias, con todo esto, tal vez la primera impresión no sea para contar historias positivas, pero luego, con el acercamiento a la comunidad la percepción del espacio cambia por completo, Margento en boca de sus estudiantes se transforma en un lugar de alegría, de grandes iniciativas sociales y culturales, un espacio de música, donde se pueden escuchar porros, currulaos y otros ritmos, gracias a personajes vivientes como el maestro Jaime Solano Cobos, quien a sus 87 años continúa transmitiendo su conocimiento y legado musical.
Treinta Jóvenes de El Pando y treinta jóvenes de Margento, presentes en el proyecto Voces Rurales, se capacitarán para hablar de derechos humanos y de los mecanismos que los protegen, luego de reconocerse como sujetos de derechos e identificar esos mecanismos de protección, se brindan herramientas audiovisuales que les permitan ser protagonistas de sus historias, por último, se genera un espacio en el que utilicen el arte como elemento de transformación social. Este conjunto de acciones se enlazará con el Festival de Cine del Bajo Cauca, allí se amplificarán las voces de los jóvenes y dejará la ventana abierta para que los productos audiovisuales del área rural siempre tengan en este tipo de espacios un río de oportunidades.
Angie Doval, socióloga de la Universidad de Antioquia e integrante del área social de Río Abajo comenta que “Voces Rurales nace para que los jóvenes de dos corregimientos de Caucasia se asuman como sujetos de derechos y tengan a través del arte y el cine otras oportunidades u otras maneras de proyectar su futuro.”
Para la socióloga está claro que a la mayoría de zonas rurales del Bajo Cauca no llega el arte, no llega la educación y no llegan componentes culturales, no llega el estado ni la institucionalidad, lo único que sí llega a estas zonas es la violencia y el conflicto. Con Voces Rurales la Corporación Río Abajo busca mostrar a dos grupos de jóvenes que hay un futuro fuera de la ilegalidad cuando ellos salgan del colegio, que pueden ser artistas, comunicadores, dedicarse al cine, que pueden ser abogados defensores de derechos.
Para cumplir el objetivo se diseñaron talleres de Derechos Humanos, talleres de arte, talleres del cine e historia del cine, “creemos que un joven que piensa su futuro enmarcado en el arte, en los derechos humanos, es un activo que le quitamos a la violencia” comenta Doval.

 

La gran aceptación del proyecto en las comunidades se ve reflejada en el esfuerzo que hacen los jóvenes para asistir a los talleres, por ejemplo, los jóvenes de El Tigre, pertenecientes al cabildo indígena El Pando, tienen que caminar tres horas, levantarse a las 4 de la mañana para dejar todo organizado y salir a las 5 de la mañana, “tenemos el compromiso de aportar significativamente a los proyectos de vida de estos jóvenes y estas historias nos motivan a seguirlo haciendo”. Expresó Iván Vega, uno de los talleristas del proyecto.
Por su parte, Angie Doval relata que “cuando uno llega a Margento y está Carlos (uno de los estudiantes) con la mano levantada cuestionándose todo, con ganas de saberlo todo, con la intención de darle una explicación a todo, pienso que él en unos años debe ser líder de su comunidad, él desde ya se proyecta, se piensa fuera de la ilegalidad, se piensa como un líder llevando desarrollo a su corregimiento, que un proyecto como Voces Rurales haya sembrado la semilla del liderazgo y el cuestionamiento le da sentido a lo que hago”.
Para el cierre del proyecto, ambas comunidades preparan desde ya un “Festivalito”, actividad en la que se abrirá un espacio para que la comunidad exprese su sentir frente al proyecto desarrollado, los jóvenes mostrarán a la comunidad la capacidad que tienen de crear y liderar desde propuestas audiovisuales y creativas, en este espacio se proyectarán los cortometrajes que los jóvenes construyeron y grabaron guiados del equipo de Río Abajo, por su parte, la Corporación, apoyada por el Fupad, proyectará las memorias audiovisuales que fueron quedando en cada taller y se entregará una dotación para la creación de colectivos de comunicaciones.
Voces Rurales, es un proyecto que ha cautivado al equipo de trabajo de la Corporación Río Abajo por la capacidad de creación de los jóvenes; Margento y El Pando tendrán la oportunidad de recrear historias con una mirada fresca, reivindicando la identidad cultural y consolidándose como líderes de sus localidades.

Contacto

    rioabajocyc@gmail.com
    Caucasia - Colombia