Todos los años en el mes de octubre, la región del Bajo Cauca antioqueño vive y disfruta una gran fiesta cultural, tres días colmados de la magia del cine, un espacio propicio para conocer otras expresiones del arte, conectarnos con nuestra capacidad de soñar, de contar historias y de reconocernos a nosotros mismos. La séptima versión del Festival de Cine del Bajo Cauca, reunió las fuerzas vivas del territorio para brindarle a sus asistentes una programación incluyente donde la mujer bajocaucana fue la protagonista.

En esta oportunidad, el Festival nos invitó a reflexionar desde múltiples miradas, teorías y enfoques el concepto de “Equidad de género” y darle relevancia y reconocimiento a las luchas y procesos que han sido guiados por las voces femeninas que han impactado de manera positiva sus entornos, apostado a la construcción de paz y dando significado a lo que, como colectivo, comunidad grupos o familias, poseen.

La programación del VII Festival de Cine del Bajo Cauca empezó con el viaje de la pantalla gigante del Festival a cuatro barrios del municipio de Caucasia y la asistencia al Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario de Caucasia y a la Fundación Mi Dulce Hogar, donde se logró conectar a los 290 asistentes con la propuesta “Miradas Incluyentes”. 

Este año la agenda del Festival en su modalidad híbrida (presencial y virtual), permitió reencontrarnos en el Teatro Público Municipal y contemplando todas las medidas de bioseguridad, logramos la asistencia de 821 personas las cuales durante los tres días de realización gozaron de una nutrida programación.  En esta versión se destaca la participación de Daniela Abad, directora de cine, quien nos acompañó en el conversatorio de la película “Carta a una sombra”, Ana Cristina Monroy, documentalista y quien participó en dos conversatorios con  dos de sus muestras; “Mujeres no contadas” y ¿Quién soy? y Guillermo Correa, director de la Revista Universidad de Antioquia, con sus documentales “Locas de Pueblo”. Además resaltamos la presentación artística de Reinaldo Ruíz; el rey del costumbrismo.

La programación también contó con la proyección de 26 muestras audiovisuales que fueron presentadas en el marco de los Concursos de Cortometrajes y Filminutos, donde se entregó a los ganadores de los tres primeros lugares, tres millones de pesos en premios y la mítica Canoa Dorada, máximo galardón que entrega el Festival. Con dichos concursos se buscó incentivar la creación artística y cultural de los habitantes de la región a través de la producción audiovisual, asimismo, convertirse en una plataforma que visibilice y reconozca la creatividad de los próximos realizadores.

En esta edición y como reconocimiento a la labor de la mujer bajocaucana, el Festival a través de la iniciativa “Dejando Huellas Bajo Cauca”, abrió una convocatoria virtual que tuvo como objetivo reconocer las acciones colectivas de seis lideresas que vislumbran la construcción de paz en los territorios desde la equidad de género y el empoderamiento femenino. La convocatoria recibió más de 200 postulaciones de mujeres líderes de toda la subregión y solo seis de ellas fueron seleccionadas, escogiendo así una por municipio. El reconocimiento dio lugar en el Teatro Público Municipal donde se realizó una ponencia sobre equidad de género y un conversatorio con las lideresas. Así mismo, está en construcción un mural conmemorativo en cada uno de los municipios representado con el rostro de las lideresas elegidas.

Esta versión del Festival sigue sorprendiendo a sus espectadores dado que este año su programación también tuvo presencia en la virtualidad. 162 personas se conectaron para disfrutar de los dos conversatorios  las cuales uno de ellos, contó con la honorosa participación de Laura Mora; directora de cine y Martha Hincapié; documentalista y docente de la Universidad de Antioquia. La presencia del Festival en redes sociales permitió un alcance de 28.411 personas en Facebook y 8.508 personas en Instagram, lo que refleja que cada año adquiere más posicionamiento en la web 2.0.

El Festival de Cine nutriendo su componente académico dictó antes de llevar a cabo la agenda central, tres talleres de formación en Smart Films en la Institución Educativa Divino Niño y contó con la asistencia de 51 interesados en el mundo audiovisual, de igual forma, durante los tres días de Festival se dictaron un ciclo talleres virtuales y presenciales, este último en producción audiovisual con una asistencia de 23 personas.

La séptima versión del Festival de Cine del Bajo Cauca “Miradas Incluyentes” extiende un sentido agradecimiento a las instituciones y medios de comunicación articulados en esta edición, la cual gracias a su entrega permitió potencializar y visibilizar esta fiesta cultural y a las fuerzas vivas del territorio, por creer en esta apuesta, por creer que se puede cambiar y transformar nuestra región desde el arte y la cultura.

¡Gracias!